"Y Dios contestó: He aquí, voy a hacer un pacto. Delante de todo tu pueblo haré maravillas que no se han hecho en toda la tierra ni en ninguna de las naciones; y todo el pueblo en medio del cual habitas verá la obra del SEÑOR, porque es cosa temible la que haré por medio de ti."
Éxodo 34:10

domingo, 21 de septiembre de 2008

Resumen Brasil-III Parte



SEGUNDO DIA, SAN TOME Y TIRIRICA

Pasamos la noche anclados a una pequeña isla de vegetación en medio del Rio Negro. Una vez más la mañana no se hizo esperar con sus colores y calor. Desayunamos, realizamos nuestra disciplina del devocional mientras el barco navegaba para nuestra segunda comunidad. San Tomé es un pueblo de tradición artesanal el cual tiene mucha afluencia de turistas. También es conocida por la manufactura de artículos de caucho. Se busca de que en este lugar se funde una congregación. Iniciamos la actividad todos haciendo un recorrido por este pueblo y clamando por las vidas de sus moradores. Luego, iniciamos el evangelismo personal y las actividades con los niños. Una parte del equipo se acercó a los pobladores para platicar un poco acerca del amor de Dios. La diferencia del idioma no ha sido una barrera, y el ser extranjero nos ayuda a tener la atención de las personas. También contamos con la valiosa ayuda del resto del equipo del barco, quienes nos ayudan en algunas ocasiones a traducir lo que estamos hablando. Ha sido un trabajo arduo, pero hemos visto los frutos, las personas están conociendo el amor de Dios. Los niños también gracias a canciones en portugués, historias de la Biblia, pintacaritas y globo magia. Al final de la mañana procuramos entregar 10 donaciones a diversas familias. Estas donaciones son un combo de 2 toallas, pasta dental, jabón, cepillo dental, champú, desodorante, afeitadora y otros artículos, envueltos en plástico y con un mensaje escrito de amor. Estos paquetes es el resultado de muchas personas que en Venezuela procuraron entregarlo para esta misión. Decenas de familias de Manaos estarán agradecidas por esto, pero más que la donación, es la excusa perfecta para llegar a ellos con el evangelio del Señor Jesucristo.

Al mediodía, y luego de un suculento almuerzo, partimos hacia otra comunidad más pequeña llamada Tiriricá. Allí, personas vinieron al barco para ser atendidas por los médicos, mientras que sus hijos eran enseñados y entretenidos en el mismo lugar. En esta oportunidad, nos toco evangelizar a grandes y chicos con el cubo. Durante el ocaso, partimos nuevamente a buscar un nuevo lugar para pasar la noche.

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