Parte del material que estaremos publicando en los próximos días es autoría de nuestra super comunicadora Ma. Angélica, quién nos ayuda a dibujar a través de la lectura los escenarios y experiencias vividas. Consideramos como equipo que cada uno de ustedes fueron parte de esta maravillosas experiencias.
PRIMER DIA: SACARÁ
El ruido del motor del barco y el movimiento constante sobre las aguas del río Negro, nos arrulló durante toda la noche. Dormimos en el segundo piso, dónde la tripulación muy amablemente nos dotó de unas hamacas que fueron amarradas al techo del barco.
La mañana llegó deprisa y el sol irrumpió entre la maleza para despertarnos con su calor. No hay palabras para describir el amanecer navegando en este río. La gama de ocres y bermejos adornan el paisaje como si fuera la obra de un pintor. Las aguas del río Negro se tornan rojizas a la orilla, un efecto producto de la tierra donde reposa y la tranquilidad de sus aguas, hacen que se semeje a un gran lago. Navegamos durante 9 horas hasta llegar a la comunidad Saracá, nuestra primera parada. Luego del desayuno, tuvimos nuestro primer devocional. El mensaje fue acerca de la confianza en Dios. La dinámica de trabajo fue en formarnos en grupo: Médicos, niños y evangelismo. Así que iniciamos nuestra primera jornada de trabajo.
Saracá es una comunidad de aproximadamente 30 familias. Sus casas son de madera, pequeñas, muy humildes. Este pueblo fue muy evangelizado, de hecho, tienen una pequeña iglesia cristiana. Pero muchas personas de Sacará se retiraron del evangelio. Aquí la batalla espiritual es muy fuerte. El mensaje principal para esta comunidad fue el de la unión y reconciliación, no solo entre los vecinos y las familias, sino también con el Señor. De esto predicó unos de los jóvenes del equipo de Brasil 2008 en el servicio vespertino que nosotros mismos preparados para esta gente.
Temprano en la mañana, los equipos se dispusieron a trabajar para preparar el tierra para la siembra. Evangelismo, se encargo de orar y tomar el terreno de la población para la victoria de Cristo. Luego, invitar a los pobladores a acercarse a las actividades especiales. El equipo de niños se encargaron de enseñarles de Dios a través de diversas formas como el libro sin palabra, globo magia, juegos de palabras, pintacaritas y para finalizar, una gran gincana, y el equipo médico – odontológico, se destacó atendiendo a las personas en el barco, realizando diversas consultas con las dentistas, el médico internista y el triaje. En esta actividad, se atendieron aproximadamente 65 personas.
A al final de la tarde, y luego de un sol que abrasa y agotador, varios miembros del equipo Brasil, se tomaron un baño en el Rio Negro y luego, después de la cena (jantar), nos alistamos para el culto de la Congregación Prebisteriana Muría. Nosotros mismos organizamos el servicio, orando, adorando en español, contando un testimonio, un pequeño drama y la predicación de la palabra. Al finalizar esta experiencia, regresamos al barco y en la azotea del barco, bajo un cielo espectacularmente estrellado, nos reunimos a reflexionar de la hermosa experiencia vivida en el día de hoy.
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