"Y Dios contestó: He aquí, voy a hacer un pacto. Delante de todo tu pueblo haré maravillas que no se han hecho en toda la tierra ni en ninguna de las naciones; y todo el pueblo en medio del cual habitas verá la obra del SEÑOR, porque es cosa temible la que haré por medio de ti."
Éxodo 34:10

domingo, 28 de septiembre de 2008

Resumen Brasil-V Parte

CUARTO DIA COMUNIDAD CHITA

Es un hermoso día. Amanecimos en esta oportunidad en una comunidad llamada Chita. Nos encontrábamos en un río mas estrecho, con mucha maleza en la ribera y algunos árboles sumergidos cerca de la orilla. Esta escena nos recordó el Salmo 1:3, "Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará". De pronto, entre las tranquilas aguas surgió un movimiento poco común. Eran dos pirarucú, una especie de delfín de agua dulce muy común en las aguas del Río Amazonas y río Negro. Bonito regalo de Dios para empezar el día.
Esta comunidad tiene una particularidad. En una época del pasado todos sus habitantes eran convertidos al cristianismo, pero por una razón poco conocida se apartaron. Entonces, la Iglesia Prebisteriana de Manaus ha mandado mensualmente grupos de evangelista para predicar el evangelio allí, pero al parecer no funcionaba. Había mucho ataque espiritual allí. Pero nosotros llegamos a este lugar para marcar un precedente para la gloria de Dios, por que en su promesa fue dada que la lucha la tendríamos en Caracas y que vendríamos a Manaus a cosechar la victoria. Así que fuimos con la certeza de que conquistaríamos ese pueblo para Cristo. Llegamos y lo primero que hicimos fue conocer al hombre más anciano de la comunidad, el señor Francisco. Dentro de su casa nos reunimos para conocer a sus habitantes que fueron llegando uno a uno a ese lugar, para presentarnos como equipo de Venezuela para traer no solo salud sino también palabra de Dios para todos. Luego adoramos juntos y nos dispusimos a visitar algunas casas para invitar a las personas al evangelio de Dios y al culto que realizaríamos en la noche en la casa de Francisco. Una parte del equipo fue en lancha a unas casas del otro lado del río para llevar el mensaje de salvación, como es el caso de la familia dónde había una pequeña niña el cual oramos a Dios para que la sanara de la malaria que estaba padeciendo.
En la tarde realizamos la guerra de colores entre los niños de esta comunidad, divirtiéndose a lo máximo y enseñándoles al final el significado de cada color (como el libro sin palabras). Después les regalamos algunos juguetes producto de las donaciones recibidas en Venezuela.
Estamos viendo los milagros de salvación en este pueblo, tal cual como la promesa dada en Caracas. En la tarde recibimos la visita de un hombre para que lo examinara el médico. Entonces le fue compartido el evangelio y recibiendo a Cristo, muy gozoso, manifestó su deseo de llevar este precioso mensaje a su familia. Así que la otra parte del grupo lo acompañaron a su casa en lancha, lugar dónde su esposa y sus 5 nietos recibieron a Jesús en su corazón. Luego, en esa misma zona, conocieron a una joven cristiana quien se ha dado a la tarea de evangelizar a los jóvenes de la localidad. Oraron por ella y la motivaron a seguir adelante con esa ardua tarea.
En la noche nos reunimos una vez más para llevar un servicio para los moradores de Chita. Como ellos no tienen congregación, el culto se realizó en la casa de Francisco. Como la noche anterior, el programa fue llevado con mucha eficacia. Esta vez el lugar se llenó de muchos adultos, jóvenes, niños y ancianos. La adoración, el testimonio y el drama hicieron eco en la gente. Pero la predicación fue clave. Su mensaje fue claro. No importa el pecado en que hayas caído, Jesús siempre va a estar allí para perdonarte y reconciliarte con Dios. Esta vez todos los presentes entregaron su corazón a Cristo. La victoria fue total. Luego, como una ofrenda de amor, le entregamos a cada representante familiar un paquete de donaciones. Nunca olvidaremos el brillo de sus ojos. Regresamos al barco con la certeza de que esta comunidad prosperara a la par del crecimiento del evangelio de Dios.

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